Sabías que… Tanto gatos como perros negros están condenados a pasar un 40% más de tiempo en los albergues y a tener dos tercios menos de probabilidad de ser aceptados que los de otro color.
A sabiendas de ello, Funeral Pet decidió dedicar su reciente campaña a los gatos negros y en general a los animalitos de este color que han sido discriminados, debido a creencias negativas.
Mala Suerte es el nombre de esta iniciativa, para la cual se desarrolló un video promocional, en el que se cuenta brevemente de dónde proviene la mala fama de estos felinos. Este material puede encontrarse en las redes sociales de Funeral Pet.
A su vez, se habilitó la página https://3denoviembre.com.mx/, en la que, además de información sobre la campaña y del video promocional, se puso una ofrenda digital para recordar a los animalitos negros.
¿Cómo la funeraria sumó a las personas?
A las personas que tuvieron a un animalito de color negro qué recordar, se les invitó a que enviaran una foto de él al correo 3denoviembrefp@gmail.com. Tienen hasta el 31 de octubre para que su mejor amigo de cuatro patas esté en el altar.
“Aunque muchos digan que la desigualdad es algo que ya no sucede, lo cierto es que los estereotipos que giran alrededor de las mascotas de color negro han hecho que queden en el olvido. Que el color negro en los animalitos no sea un motivo para ser rechazados. Borremos esta superstición y recordémoslos este #3DeNoviembre”, menciona Alejandro García, CEO de Funeral Pet.
¿De dónde viene la mala suerte?
En el antiguo Egipto los gatos negros eran considerados sagrados, hasta que en el año de 1233 su suerte cambió: el papa Gregorio IX sembró la creencia de que estos felinos eran la representación del Diablo.
La gente empezó a desconfiar de ellos y hasta los culpó por la peste negra que asoló Europa durante el siglo XIV. Posteriormente, en Salem, se creía que estos felinos eran amigos de las brujas, quienes fueron enjuiciadas y castigadas por los habitantes del lugar.
Y aunque los tiempos han cambiado, la mala fama continúa, pues, como parte de una superstición, se piensa que cruzarse con un gato negro en plena calle trae la mala suerte o augura una enfermedad.
Esta creencia negativa ha alimentado la discriminación y generado que tanto gatos como perros negros estén condenados a pasar un 40% más de tiempo en los albergues y que tengan dos tercios menos de probabilidad de ser aceptados que los de otro color, de acuerdo con registros de la organización People for the Ethical Treatment of Animals (PETA).
Checa el video de esta campaña: