Los vasos navideños de Starbucks se han convertido en un ícono de la marca; son símbolo de bienvenida a las fiestas decembrinas e incluso artículos de colección para los amantes de la marca. Sin embargo, estos vasos tienen su historia, y los responsables de su creación fueron nada menos que los propios consumidores.
Todo empezó en 1997 cuando Starbucks quiso festejar las fiestas decembrinas con un vaso rojo especial que denotara una manera de celebrar y compartir el espíritu de la temporada.
Estos vasos no sólo llamaron la atención de los consumidores, sino que sirvieron como su lienzo, pues tendían a decorarlos y a dibujar sobre ellos.
Durante estos años, los diseños han ido desde trazos muy modernos, el uso de colores llamativos, hasta aquellos que evocan nostalgia con elementos tradicionales como muérdago y adornos típicos de la época.
A sabiendas de ello, Starbucks optó por invitar a los consumidores a que compartieran en Instagram sus creaciones vertidas en los vasos rojos.
De Illinois a Indonesia, de Pensilvania a Corea, de Dubái a Ontario, en tan sólo 8 días, Starbucks recibió más de 1,200 diseños de 13 países; la mayoría de estas imágenes se presentaron en una colección online.
Fue entonces cuando el equipo creativo de Starbucks imprimió cada uno de los diseños en los icónicos vasos rojos; comenzaron por resaltar aquellos cuyos gráficos eran formas y figuras de temporada. En ningún caso se contó con mayor información del creador, más que el usuario de Instagram y la foto de su diseño.
Al final se seleccionaron 13 diseños de clientes en 6 países distintos, que de manera colectiva representan el espíritu de las fiestas decembrinas alrededor del mundo. Cada uno de estos vasos está disponible en las más de 25,000 tiendas de Starbucks en 75 países.