Los modelos de negocio de fondeo colectivo (Crowdfunding) nacieron con gran éxito hace más de 10 años en Europa y han llegado a México para quedarse.

Existen varias plataformas de crowdfunding en el país, lo que genera mayor competencia entre ellas y con las instituciones tradicionales. Una de las ventajas de este tipo de negocio es que conecta directamente a los que necesitan dinero con aquellos que deseen invertir, y sin intermediarios.

De esta forma se logran realizar préstamos a costos más bajos para los que buscan el financiamiento, así como alternativas para que la gente ponga a trabajar su dinero y generar mejores rendimientos que los canales tradicionales ofrecen.

Gracias a este modelo innovador y disruptivo, las plataformas de fondeo colectivo son capaces de generar altos rendimientos superiores a los del mercado gracias al uso intensivo de las tecnologías de última generación. Además, dichas empresas no hacen captación de recursos como lo hacen los bancos y es por esta razón que los montos que manejan no están protegidos por el Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB), pues quien realiza los financiamientos son los propios inversionistas de manera directa.

Doopla.mx, por ejemplo, no financia las deudas, sino que conecta gente que lo solicita con aquella que está dispuesta a otorgar esa ayuda, con el fin de obtener mejores condiciones tanto de préstamo como de inversión.

De igual forma se encarga de realizar un detallado análisis crediticio antes de otorgarlo para poder hacer públicas solamente las mejores opciones para que los inversionistas corran el menor riesgo posible, ya que, si el inversionista no cobra, la plataforma tampoco, y como en toda inversión siempre se corre un riesgo.

Tanto ha sido el crecimiento de este modelo de negocio que las autoridades financieras en México buscan fomentar la competencia y promover su uso, por ello crearon la Ley Fintech que se dio a conocer en marzo del 2018 y las primeras reglas secundarias en septiembre del mismo año, para que estás se encuentren reguladas y poder generar mayor confianza en el usuario.

Para que las plataformas de fondeo colectivo puedan incorporarse a la regulación y ser aprobados ante la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), se estableció entre muchas cosas, las siguientes:

  • Mínimos de capital
  • Gobiernos corporativos con experiencia e integridad probada
  • Esquemas de ciberseguridad de última generación
  • Reporteo diario a la autoridad
  • Prevención de lavado de dinero y de financiamiento al terrorismo

Por el momento, las fintech, entre ellas Doopla.mx, están realizando los ajustes necesarios para poder solicitar la autorización como “Institución de Tecnología Financiera” ante la CNBV.